Luego de años de investigación, un equipo de expertos afirmó que el boceto conocido como la Gioconda desnuda fue pintado por Leonardo Da Vinci. El estudio no sólo sostiene que la obra fue concebida en el taller del artista, sino que el trazo zurdo del autor coincide con el del maestro florentino
La Monna Vanna, más conocida como la Gioconda desnuda, es un dibujo hecho sobre cartón cuyo origen ha sido motivo de controversia a lo largo de los años. La característica más significativa de la pintura reside en su gran parecido con la Mona Lisa, la famosa creación del renacentista Leonardo Da Vinci. A partir de esta relación, y para determinar si realmente pudo haber sido obra del genio italiano, un grupo de expertos comenzó una investigación minuciosa sobre el boceto que, finalmente, habría develado el misterio.
“Los análisis muestran que fue pintada en el taller de Leonardo con la muy probable participación del propio maestro“, aseguró Mathieu Deldicque, el conservador del Museo Condé, que desde mediados del siglo XIX alberga el dibujo en los fondos del palacio de Chantilly, al norte de París.
De acuerdo con los expertos, la obra data de finales del siglo XV o principios del XVI, período que coincide con la época en que vivió el artista (1452-1519). Además, se demostró que el material sobre el que se realizó la pintura procedía del norte de Italia, donde Da Vinci tenía su taller.
Pero la evidencia más contundente surgió a partir del estudio del trazo presente en el rostro, brazo izquierdo y seno de la mujer retratada. A través de observaciones realizadas con un microscopio sobre dichas áreas, los especialistas descubrieron que la persona que pintó la Monna Vanna era zurda, al igual que Leonardo. Según Deldicque, se trata de un boceto que sale de la mano de un gran artista y que está inspirado en la Mona Lisa, aunque no haya utilizado a la misma modelo. Leonardo pintó Giocondas desde 1503, estaba muy interesado en esa composición y decidió desnudarla. Para él representaba la belleza universal y, al quitarle la ropa, quiso hacer una alegoría del amor, de la seducción”, sostuvo el conservador, que dijo que aunque en el mundo existen otras obras de este tipo, en ninguna hay indicios tan fuertes de que los trazos hayan salido del pincel del maestro italiano. De esta forma, los expertos consideran que finalmente han terminado con la controversia que comenzó en el siglo XIX, luego de que la adquiriera el duque de Aumale, el mayor coleccionista de Francia de la época.
A raíz del hallazgo y con motivo del 500 aniversario del fallecimiento del artista, el museo Condé organizará el próximo 1 de junio una gran exposición que contará con todas las Giocondas desnudas conocidas, que, por supuesto, incluirá a la Monna Vanna. Al respecto, Deldicque sostuvo: “Será una oportunidad para analizarla en profundidad, comprender todos los elementos que rodean a esta composición enigmática”.
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