El pasado 3 de diciembre, funcionarios de la Universidad de Chile llegaron al Archivo Andrés Bello de la casa Central y se llevaron una amarga sorpresa cuando se percataron que la puerta estaba forzada. Al ingresar se percataron que desconocidos habían robado una serie de textos que pertenecen a la colección del poeta y Premio Nobel Pablo Neruda, declarada patrimonio histórico nacional desde agosto de 2009, durante la presidencia de Michelle Bachelet.
Los hechos están detallados en una querella criminal presentada por el director jurídico de la casa de estudios, Fernando Molina, ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago el 4 de diciembre, por los delitos de daño y apropiación de monumentos nacionales y que publica la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío.
Lea la querella
De acuerdo a la acción legal, el robo se produjo en el contexto de la “ocupación ilegal” en que estuvo la Universidad de Chile hasta el jueves pasado, por “supuestos estudiantes”. De hecho, los encargados de la oficina de patrimonio debieron pedir “autorización” a estos últimos para realizar la revisión.
“Durante todo este tiempo las autoridades y funcionarios se han visto privados de trabajar en dicho recinto, que ha sido objeto de daños”, se lee en el documento judicial.
Además, en el libelo se detallan los 27 libros robados, entre los que destacan el de Kircher Athanasius datado en 1667, dos de Michael de Montaigne fechados en 1724, entre otros de los siglos XIX y XX y primeras ediciones que Neruda coleccionó durante su vida.
De acuerdo a la versión del centro universitario, cada libro sustraído podría superar el millón de pesos en el mercado negro.
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Presentada la querella, la magistrada Carla Capello la declaró admisible y la envió a la Fiscalía Centro Norte, donde quedará incoada la investigación.
La Casa de Bello solicitó al Ministerio Público que la búsqueda esté a cargo de la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medioambiente y el Patrimonio de la PDI, con miras a recuperar lo robado.
En la web de dicha unidad policial se detallan una serie de obras de arte sustraídas y otras que han sido recuperadas, entre ellas la capa de médico y el carnet de militante del expresidente Salvador Allende.
