52 años sin Violeta Parra Sandoval

La cantautora y pintora chilena, una de las máximas figuras del folclore de América, que iniciara su carrera a fines de los años '30, interpretando temas en distintos restaurantes de la zona logró constituirse en un emblema de la poesía con sus canciones y su música.

1995

Violeta Parra nació en San Carlos, en la Región de Chillán, al sur de Chile. Su padre era profesor de música, su madre una campesina guitarrera y cantora. Fueron nueve hermanos que vivieron su infancia en el campo. A los nueve años se inició en la guitarra y el canto; a los doce compuso sus primeras canciones. Tiene una formación de profesora en la Escuela Normal. En esa época ya compone boleros, corridos, y tonadas. Trabaja en circos, bares  y pequeñas salas de barrio.

En 1952 se casa con Luis Cereceda. De este matrimonio nacen Isabel y Angel, con los cuales más tarde realizará gran parte de su trabajo musical.

A partir de 1952, Violeta, impulsada por su hermano Nicanor Parra, empieza a recorrer zonas rurales grabando y recopilando música folklórica. Esta investigación la hace descubrir la poesía y el canto popular de los más variados rincones de Chile. Elabora así una síntesis cultural chilena y hace emerger una tradición de inmensa riqueza hasta ese momento escondida. Es aquí donde empieza su lucha contra las visiones estereotipadas de América Latina y se transforma en recuperadora y creadora de la auténtica cultura popular.

Compone canciones, décimas, música instrumental. Es pintora, escultora, bordadora, ceramista, con “lo que hay” , pasando a la medida de su humor de una técnica o género creativo otro.

En 1954 Violeta Parra viaja invitada a Polonia, recorre la Unión Soviética y Europa permaneciendo dos años en Francia. Graba aquí sus primeros LP con cantos folklóricos y originales. Tiene contactos con artistas e intelectuales europeos, regresando a Chile para continuar su labor creadora. En 1958 incursiona en la cerámica y comienza a bordar arpilleras. Viaja al norte invitada por la universidad donde organiza recitales, cursos de folklore, escribe y pinta. De regreso a Santiago Violeta expone sus sus óleos en la Feria de Artes Plásticas al aire libre. Durante los años siguientes Violetacontinúa en su trayectoria, incansable.

En 1961 Violeta inicia una gira con sus hijos invitada al Festival de la Juventudes en Finlandia. Viajan por la URSSAlemaniaItalia y Francia donde permanecen en París por tres años. Actúan en boítes del barrio latino y programas para radio y televisión. Ofrecen recitales en UNESCOTeatro de las Naciones Unidas. Realizando una serie de conciertos en Ginebra y exposiciones de su obra plástica. En 1964 expone las arpilleras, óleos, en el Pavillon de Marsan, logrando así ser la primera artista latinoamericana que exhibe individualmente.

En 1965 viaja a Suiza donde filma un documental que la muestra en toda su magnitud. Retorna a Chile y canta con sus hijos en la Peña de Los Parras, en la calle Carmen 340 en Santiago. Inaugura el Centro de Arte en una carpa; graba discos de música instrumental.

En 1966, la depresión se apoderó de ella, ya que el gran amor de su vida, Gilbert Favre, decidió dejarla para luego viajar a Bolivia. Al viajar hasta allá para buscarlo, lo encontró casado con otra mujer. En ese momento escribe dos de sus canciones más emblemáticas “Run Run se fue pa’l norte” y Gracias a la vida”. Un año después, a los 49 años, se suicida.