A propósito del universal y naturalizado clasismo chilensis “Patipelado” “Muchedumbre” “Populacho” “Pelagato” “Roto” “Marginal” “Lumpen” “Muertodehambre” etc. etc. etc…. Eufemismos todos del brutal clasismo naturalizado en la burguesía… La queja que se escucha al rancio clasismo aceptado en la derecha del “Patipelao” siempre me recuerda que se nos olvida el clasismo traidor de la wizquyizquierda progress como la llamada e idolatrada mal llamada reina actriz Delfina Guzmán que le llamó al plato popular los “Porotos con Rienda” comida para Perros en una entrevista abierta en TV. Pero como era progress era simpática y chistosa la aristócrata. Todos se rieron y le buscaron una condición no tan grave de “vieja loca”. Pero nunca recibió el mismo castigo siendo que merecía uno peor. Lo explicaré. Siempre he pensado que en Chile se les disculpa mucho a los verdaderos traidores progress que simulan un afecto al pueblo que dejó de ser cierto hace mucho a cambio de un gula aspiracional junto a la derecha. Todos somos derechas rasguñan algunos silenciosamente en el confesionario. El pequeño inquisidor se sobrevalora para la dominación.
El individuo político progress y sus mentes hacen mal en focalizar el clasismo en el sector más reaccionario derechista donde se acostumbra el “palomeo” de los campesinos y originarios abiertamente y sin pudor antes sus propios juicios. Pero cuando el clasismo se contamina al sector progresista y lentamente van actuando y aceptando ciertos dogmas sociales del reaccionarismo y lo comparten tal vez no tan descaradamente pero si en su ordenamiento social, económico, y ético. Es tan clasista que no logran ver el esclavismo frente a sus propias nanas.
Siempre he pensado que este progresismo aristócrata y arribista son más deleznables que los oriundos derechistas por traicionar la confianza al igual que el sacerdote es más horrendo cometiendo un abuso pedófílo que un transtornado social. Los dos cometen el mismo crimen pero el primero lo ejecuta bajo un manto de confianza y poder y eso lo hace algo más abominable aún. Las condenas deberían ser disímiles y nos ayudaría avanzar en la democratización de nuestra estructura clasista de dominación hacia una supra estructura política participativa universal. Aun ningún conglomerado político a detenido en esto para su combate y extirpación. A ver si tal vez no se quiera ver. Ahí al parecer está el nudo ideológico peor: El profundo clasismo chileno que nadie quiere ver.
Nikanor Molinares: Activista cultural, Fundador y Director de la Compañía pionera del Teatro Aéreo chileno (1997)
