En alguna vieja entrevista se le preguntó al celebre cineasta Raúl Ruiz, ¿Qué hay que hacer para que el cine chileno se vea en Chile?
A lo que él respondió, -los franceses gastan enormes cantidades de dinero en hacer películas que nadie ve… no sé, no sé cuál es la receta-
Después de la última cuenta pública del gobierno, donde se abordó el eje Cultura, da la sensación de que la respuesta a la misma pregunta que antaño respondiera el cineasta es parecida.
Los escasos segundos sobre el tema, la entrega de bonos a los trabajadores de la cultura golpeados por la pandemia y la puesta en marcha de estrategias regionales para reactivar el sector suena familiar, a refrito. Llama particularmente la atención la promesa de gastar al menos el 1% del PIB en cultura.
Entonces, ¿Qué hay que hacer para que el cine, el teatro, la danza, la música chilena se consuman en Chile? Necesitamos un cambio de paradigma, que incluya no solo lo que el estado denomina “la creación de audiencias”, sino también a quienes producimos cultura, que incluya a la oferta y la demanda, al mercado, para crear efectivamente una industria; parafraseando a Ruiz -los chilenos gastamos enormes cantidades de dinero en hacer películas, conciertos, teatro que nadie ve…-.
Juan Carlos Soto,
coordinador Comunicación Audiovisual,
IP-CFT Santo Tomás.
