El edificio del seguro obrero: “La torre de la sangre”

La Torre de la Caja del Seguro Obrero Obligatorio y Empleados Particulares quedó terminada en 1931. Hasta 1946 fue el edificio más alto de Chile, destronado por el de la Cooperativa Vitalicia de Valparaíso

3638
Vista actual de la torre en su contexto urbano.
El edificio, La Moneda y la Plaza de la Constitución en antigua imagen.

Un escalofriante acontecimiento de nuestra historia: la Masacre del Seguro Obrero, donde 59 muchachos nacionalsocialistas alzados fueron masacrados en el edificio del Barrio Cívico capitalino, el fatídico 5 de septiembre de 1938.
Lástima por el destacado arquitecto nacional Ricardo González Cortés: cuando el Gobierno de Carlos Ibáñez del Campo encargó la construcción de los edificios de la Caja del Seguro Obrero, jamás creyó que su magnífica y principal obra, enclavada orgullosa al lado de La Moneda y edificio más alto de Chile en su momento, sería bautizada después con una catarata de sangre joven, hacia el final del Gobierno del Presidente Arturo Alessandri Palma.
González Cortés echó manos a tableros y planos, logrando imponer su propuesta en la comisión seleccionadora. En 1928 presentó las maquetas del edificio sede con aspecto de torre, de 12 plantas más un mirador, que mezclaba elementos clásicos monumentalistas con otros más modernos y dominantes, provenientes de la escuela del Art Deco y Chicago.

 

Vista de la esquina de Moneda con Morandé antes de la construcción de la Torre del Seguro Obrero, en el espacio ocupado por el bajo edificio detrás de la palmera. Imagen de mayo 17 de 1927 (Archivo fotográfico de Chilectra).

No se puede negar el atractivo de la construcción y su aspecto destacado dentro del conjunto de la Plaza de la Constitución, muy vanguardista para la época. Un atractivo algo siniestro, sin embargo, después de los hechos allí acontecidos.
Cabe señalar que González Cortés también fue el arquitecto de edificios vecinos al del Seguro Obrero, por Morandé y por Moneda, y quizás sea en parte por eso que esta cuadra en particular se observaba tan especialmente coherente dentro de la urbanística santiaguina y del Barrio Cívico. También diseñó la Población Caja del Seguro Obrero, en calle Valenzuela Castillo de Providencia, villa terminada en 1929 y declarada zona típica el año 2000.
La Torre de la Caja del Seguro Obrero Obligatorio y Empleados Particulares quedó terminada en 1931. Hasta 1946 fue el edificio más alto de Chile, destronado por el de la Cooperativa Vitalicia de Valparaíso. A nivel de zócalo destacaba por su monumental entrada tipo arco y su sala interior se abría en los primeros pisos. Algunos vitrales decoran aún sus ventanales, proyectando coloridos reflejos sobre lo que eran entonces sus prístinas escaleras blancas, pasamanos de bronce y verjas de hierro. Exteriormente, levantando la cabeza, llaman la atención sus escudos decorativos y su torreón superior, de apariencia cupular, como de observatorio.

Minutos antes de la masacre

El aspecto imponente y majestuoso del edificio no fue bien recibido por todos, sin embargo. Acostumbrados aún a los edificios de menor altura, se le criticó entre los santiaguinos por restarle presencia al Palacio de la Moneda, de sólo tres pisos. Esto, sumado al proyecto de levantamiento del Hotel Carrera en la esquina de Agustinas con Teatinos poco después, convenció a los críticos de construir la Plaza de la Constitución en toda la manzana, que permitiera a La Moneda recuperar su solemnidad y presencia en el Barrio Cívico.
Por lo anterior, la remodelación de la plaza comenzó en 1935, sólo tres años antes de tener lugar allí la matanza. La base del aspecto cívico e institucional que le quedó a este lugar como plaza con mitad dura y mitad verde, fue definido precisamente en esta época, sirviendo como plaza-explanada de integración para los edificios del contorno de la cuadra (Moneda, Morandé, Agustinas y Teatinos), entre los cuales está el ex Seguro Obrero, por supuesto.
Cuando tuvo lugar en su interior la sangrienta masacre de muchachos revolucionarios aquel 5 de septiembre de 1938, la sociedad comenzó a llamar espontáneamente a la enorme construcción como la “Torre de la Sangre”, como un anatema o acaso una maldición condenatoria. Un nombre que, de alguna manera, persiste hasta nuestros días cuando se rememoran estos siniestros acontecimientos.

Placa conmemorativa con la nómina de mártires, en la esquina de Moneda con Morandé. Aspecto que tenía antes del Aniversario 70º.

Y como todo buen edificio histórico, por lo demás, no le han faltado fantasmas a la ex “Torre de la Sangre”, reforzados por la presencia del asesinato masivo de estas características en sus primeros años de vida. Se habló alguna vez entre sus antiguos trabajadores, por lo mismo, de apariciones sobrenaturales, lamentos de muerte y hasta de una macabra mancha roja que antaño aparecía y desaparecía justo en el lugar donde se derramó la sangre de los jóvenes nacionalsocialistas allí ultimados con frialdad vesánica.
Actualmente, para ironía del destino, este edificio escenario de una de las más horrorosas masacres de la historia de Chile es la sede del Ministerio de Justicia, desde noviembre de 1989, cuando esta cartera de Estado encontró su base propia luego de muchos años peregrinando por distintos recintos. El barrio en su entorno ha cambiado mucho; pero, en general, el edificio se mantiene tal como en sus primeros años, cuando albergaba a la Caja del Seguro Obrero Obligatorio.
Una placa de bronce a un costado del edificio, recuerda el terrible hecho histórico que aconteciera en sus salas interiores y escaleras.

Con información de URBATORIUM